Una mañana del 31 de Agosto Bogotá me despedía con un clima delicioso (ni mucho frio, ni mucho calor) En la sala de espera del aereopuerto el Dorado, se acercaba el momento para que anunciaran mi vuelo con destino al Chocó. Trataba de poner mi atención en la tv (el programa de Pirry, maltrato animal, no quiero ver eso) mejor escucho mi mp3 (Coldplay- Viva la Vida), una llamada de alguien que debo olvidar, mi último café en Oma y mis últimas papitas de Macdonalds. Adios Bogotá!
Los sentimientos se me revuelven: Ansiedad, nostalgia anticipada. No llevo mucha ropa en la maleta( algo de mi ropa se queda en Bogotá) ¿Cuánto tendrá que esperar? Pero si llevo muchos recuerdos en la memoria: Alegres, locos, tristes. Y el recuerdo de un amor tonto que seguro me va a perseguir por las montañas, la selva, los rios y va aterrizar conmigo en Quibdó. Sin embargo empieza mi nueva vida.